El tratamiento no tiene efectos secundarios gracias a la tecnología Proionic® y solo en algunas pieles hipersensibles pudiera producir una ligera rubefacción.
Es aconsejable no llevar joyas o piercings durante el tratamiento y es completamente compatible con la Toxina Botulínica, aunque se recomienda separar 3 semanas entre ambos tratamientos.
El tratamiento es compatible con otros faciales como IPL, láser, microdermoabrasión con punta de diamante y peeling químicos siempre y cuando la piel no se haya hipersensibilizado en estos últimos.